Tus plantas en Málaga: Plantas que soportan bien el calor

Con la llegada del verano y las altas temperaturas nos planteamos que no todas las elecciones de nuestro jardín o terraza han sido acertadas para las temperaturas que soporta la Costa del Sol.

Cuando las temperaturas suben rápidamente no todas las especies aguantan el tirón. Sin embargo, no todo está perdido, existen algunas plantas que soportan muy bien el calor y son las que os vamos a recomendar….

La Verbena

Es una flor que aguanta muy bien el calor. Tiene más de 250 especies. Es una planta a la que le gusta el sol y las temperaturas cálidas. A pesar de soportar la semisombra su lugar ideal está bajo el sol. Para que siempre estén perfectas hemos de retirar las flores que se van marchitando. Soporta muy bien la escasez de agua.

El Geranio

Proviene de Sudáfrica y requiere una constante exposición al sol. Soporta muy bien el calor y no necesita cuidados específicos. Soporta bien la sequía aunque lo ideal es mantenerle un riego regular.

La Boca de Dragón.

Necesitan al menos cinco horas de sol al día para estar perfectas a pesar de que son aptas para temperaturas bajas aunque prefieren las cálidas. Requieren algo más de humedad en verano que las otras opciones que recomendamos, pero sin excedernos en el riego.

La Caléndula

Es una planta ornamental muy común en la zona mediterránea que posee unas llamativas flores que resisten muy bien el sol. Necesita una tierra pobre y seca así como una ubicación a pleno sol.

La Bouganvilla

Es una planta muy versátil ya que puede crecer perfectamente tanto en una maceta como en un muro o pared como planta trepadora. Destaca por su espectacular floración y porque no necesita apenas cuidados, únicamente mucho sol. Si hemos de decir algo negativo de ella es que su fortaleza de ser una planta tan resistente es precisamente lo que nos llevará de cabeza si hemos decidido eliminarla.

Los Claveles.

Se adaptan perfectamente tanto a terrazas como a jardines necesitando muy pocos cuidados y mucha luz. Encontramos muchas variedades de claveles y destacan por su característico aroma.

El Hibísco

Son plantas con unas flores características con forma de trompeta que son muy resistentes y necesitan lugares iluminados con riego un par de veces por semana.

La importancia de decorar un piso de alquiler

Cuando nos decidimos por poner una vivienda en alquiler siempre queremos hacerlo lo antes posible, pero esto no siempre se consigue. A veces el factor que hace que no se alquiler la vivienda no es el precio, sino la decoración.

A pesar de que cada uno puede decorar su vivienda como considere, en algunas ocasiones la vivienda no sólo ha de estar en precio, sino también entrar por los ojos. Para ello:

Procura que tenga luz. Si la vivienda no es demasiado luminosa puedes intentar algunos trucos como pintar las paredes en blanco y colocar espejos que ayudarán a dar sensación de amplitud y a multiplicar la luz que se tenga en el interior. Deja que las ventanas estén despejadas.

Pon solo los muebles esenciales, no hagas nada más ya que lo que se trata es de que parezca espacioso, lo sea o no.

No decores el piso con muebles que no uses. Es mejor comprar algunos muebles nuevos o incluso hay empresas que se dedican a alquilar muebles para este tipo de situaciones antes que poner muebles viejos y desaliñados que no mejorarán el aspecto de la vivienda.

Busca muebles que sean atemporales e intenta evitar un estilo antiguo que pueda no gustar a los futuros inquilinos.

Para darle un toque de color, añade plantas.

Aunque ahora no lo veas, estos pequeños trucos dan imagen de que es una vivienda en la que gustaría vivir y aumenta la predisposición de los futuros inquilinos a entrar en el lugar y a pagar el precio.

Pequeños consejos para colgar un cuadro

Atribución: Freepik

Según a quién preguntemos Colgar un cuadro puede ser lo más sencillo del mundo… O lo más difícil.

En mi caso particular es algo que se me ha resistido durante años, es más… todas mis amigas comentaban que mi casa era el único lugar del mundo en que no había un solo cuadro derecho.

Colgar un cuadro requiere atender a algunas cosas importantes: Colgarlo derecho, en el lugar que quieras y que la puntilla, alcayata … no se vaya a caer tirando el cuadro.

 La dificultad no está únicamente en elegir el sistema que vamos a emplear para colgarlo, sino en decidir qué cuadro colgar, dónde y a qué distancia del resto de elementos como paredes, techo, muebles, otros cuadros…

Lo primero que necesitas para colgar un cuadro es elegir el lugar, la altura a la que lo quieres y poco más. Puedes cortar piezas de papel del tamaño de tus cuadros para ver cómo quedará la composición.

Atribución: paracolgar.com

Es importante mantener cierta escala a la hora de decidirte. Si la pared es grande es mejor que te decidas por un cuadro de gran tamaño o una composición de varios. Si te decantas por una única obra deberás intentar que quede centrada en el espacio de que dispones.
Cuando, por el contrario, la pared es pequeña puedes combinar cuadros pequeños con alguno mediano.

Una vez elegido el lugar debemos centrarnos en la altura. Como norma general se entiende que la altura ideal sería un poco por encima del nivel de los ojos, con lo que se podría decir que la altura media sería aproximadamente a podríamos decir que la medida sería a 1.70 m del suelo. Si queremos colgar nuestro cuadro sobre un mueble(aparador, sofá, cabecero, mesita de noche…) hemos de tener en cuenta que ha de estar más cerca del mueble que del techo, así evitaremos que parezca flotando en medio de la nada. La recomendación es dejar, como máximo, unos 30 cm entre el marco del cuadro y el mueble, aunque esta proporción puede variar atendiendo a las dimensiones del cuadro.

Una vez elegido el lugar sólo tienes que hacer un poco de presión en la pared para que se quede la marca del cuadro en la pared.

Hay que tener en cuenta una cosa, no has de poner la alcayata en el lugar de la marca sino más arriba para que el cuadro caiga justo en ese lugar. Ahora tendrás que clavar la alcayata ayudándote de un martillo. En el caso de que lo que quieras colgar sea bastante ligero te puedes ayudar de un cuelga fácil que no marcará la pared y soportará el peso del cuadro. Para el caso de cuadros muy pesados necesitarás un taladro para hacer un agujero en el que colocar un taco que te ayude a soportar el peso del cuadro.

Si te sale torcido lo que has de hacer es mover un poco (dale unos golpecitos) al soporte del cuadro de modo que se mueva un poco para hacer equilibrio.

Atribución: La opinión.

Elegir el suelo para la cocina

A la hora de elegir el suelo para la cocina hemos de tener en cuenta lo siguiente:

Puesto que el suelo de la cocina ha de hacer frente a diferentes desafíos como humedad, pisadas, caída de diferentes objetos… es fundamental elegir un suelo que se adapte bien a nuestra casa y estilo de vida.

Cada vez es más habitual que la cocina esté abierta a otras estancias con lo que ha de ser considerado en conjunto, buscando la continuidad visual o armónica.

En la actualidad son muchas las opciones disponibles y la decisión final dependerá tanto de nuestras necesidades, espacios, gustos…

Suelos de gres

Destacan por la practicidad , su mantenimiento es sencillo y los diseños y acabados multiples. Son importantes sus propiedades antideslizantes, su facilidad de limpieza y la impermeabilización. Son compatibles con la calefacción radiante. Como punto menos fuerte podemos destacar que no transmiten tanta calidez y encanto como otros tipos de materiales.

Dentro de estos tipos de suelos podemos destacar varios tipos: los porcelánicos son suelos compactos y duraderos y esteticamente más vistosos, aunque el precio también es algo más elevado. Se comercializan en una gran variedad de acabados y texturas, incluso con gamas que imitan a otros materiales como la madera y permiten grandes formatos que con menor impacto de la junta ofrecen sensación de suelo conjunto, lo que amplia visualmente el espacio.

Los suelos de cerámica para cocina se caracterizan por ser placas de menor tamaño. Al igual que los anteriores son resistentes a la humedad y fáciles de limpiar. Sus baldosas son menos resistentes que las anteriores y también los podemos encontrar en una gran cantidad de acabados.

Suelos laminados

Se fabrican en láminas pegadas y prensadas. Ofrecen una apariencia similar a la de la madera y estas imitaciones hoy en día están muy logradas.

Destaca que no se rayan y no necesitan un mantenimiento periódico aunque como aspecto negativo los arañazos no se pueden arreglar. La instalación es sencilla y soportan bien el paso del tiempo, el sol y las manchas.

Suelos de madera

Son lo más en cuanto a calidez. No hay otro suelo que iguale su capacidad de crear ambientes acogedores y atemporales.

Es una solución adecuada cuando la cocina queda abierta al salón o al comedor, aunque también tiene algunos inconvenientes: Es un material más sensible a la humedad y más vulnerable a los golpes con objetos que caigan en la cocina. Destaca que se pueden lijar para las reparaciones.

Suelos de microcemento

Si nuestro estilo es el contemporáneo, minimalista o industrial hemos de tener en cuenta esta opción para nuestro suelo. Consigue crear un efecto continuo y sin juntas. Destaca por la facilidad para la limpieza del mismo, funciona bastante bien con el suelo radiante y es muy resistente al agua y a los impactos. También es muy interesante las combinaciones que se pueden crear con este suelo y baldosas porcelánicas.

El precio de este material va a depender de la cantidad de metros y de la complejidad de la aplicación. No sale económico para las cocinas muy pequeñas.

Suelos vinílicos

Son suelos hechos de un material plástico (PVC) y están disponibles en una gran variedad de diseños, texturas y acabados.

Destacan por su resistencia al agua y su facilidad de limpieza. Se pueden colocar sobre un suelo ya existente, con lo que es una opción a tener en cuenta en proyectos de reforma.

Lo encontramos en diferentes presentaciones: Rollo, losetas, lamas… y como inconveniente destaca que si el adhesivo no se aplica bien con el tiempo se levantará. No se recomienda colocarlos en zonas muy expuestas al calor (Sobre suelos radiantes… ) ni a la luz solar directa.

Baldosas hidráulicas.

Se utilizaron en construcciones desde el siglo XIX hasta los años 60 y últimamente están resurgiendo.

Tienen un gran encanto que les confiere su estética artesanal. Destacan por su resistencia y solidez aunque necesitan un tratamiento periódico de impermeabilización cada cinco años aproximadamente.

El precio suele ser elevado y ofrecen diversos formatos lo cual nos lleva a permitirnos diferentes opciones creativas.

Suelos de piedra

Son suelos atemporales y elegantes. Materiales como el marmol o el granito tienen una belleza natural y al igual que la madera son ideales si buscamos integrar el espacio destinado a cocina con el salón o el comedor.

Se trata de superficies sólidas y de fácil mantenimiento . Como desventaja el precio, que es elevado y en algunos de estos materiales hay determinadas manchas que serán absorbidas por la piedra y dificultará su limpieza.

Cerrar o no la terraza, esa es la cuestión.

Atribución: Pixabay.

Cerrar o no la terraza, esa es la cuestión.

Hemos pasado una época en la que de repente hemos tenido que parar nuestras vidas y comenzar a pasar un tiempo en casa que en otras circunstancias no hubiéramos pasado.

En este momento pueden asaltarnos algunas dudas acerca de si nos conviene cerrar o no un porche o terraza. Para ayudaros en esa decisión hemos pensado que lo mejor es que os hagáis algunas preguntas al respecto.

¿Podemos cerrar la terraza? En primer lugar hemos de tener claro si es una opción a tener en cuenta o no vamos a poder cerrarla.

En el caso de vivir en un edificio tenemos que tener en cuenta si hay algún tipo de protección de la fachada que nos impida realizar esta reforma en nuestro hogar. En caso de que no exista tal prohibición ya podemos pasar a la siguiente fase en esta pregunta.

¿Existe algún tipo de norma estética en referencia a nuestra fachada? En caso de que existiera dicha norma podríamos cerrar la misma pero no de cualquier manera sino ajustándonos a esas normas que pueden regular el tipo de material, color del cerramiento…

Una vez tengamos claro esto hemos de pensar que en caso de vivir en una comunidad de propietarios vamos a necesitar la aprobación de los vecinos, y en cualquier caso vamos a necesitar una licencia municipal para realizar la reforma.

Una vez claros estos aspectos pasamos a las preguntas que de verdad van a determinar nuestra decisión en relación con nuestro hogar…

¿Para qué queremos cerrar este espacio? Hay quien plantea cerrarlo para ganar espacio y crear una zona de despacho, ampliar un office, ampliar el salón, crear un comedor que podamos utilizar todo el año y no solo en verano… aunque también puede ser para seguir disfrutando de nuestra terraza pero sin que nos suponga un inconveniente el clima y poder utilizar este espacio todo el año.

¿Cuál es la orientación de nuestra terraza? Esta pregunta va a determinar el tipo de cierre que más nos convenga. No es lo mismo tener una terraza orientada al norte en la que primará elegir un material que nos garantice un aislamiento optimo que una terraza orientada al sur en la que tendremos que priorizar algún tipo de control solar.

¿Cuáles son los los tipos de cerramientos que podemos elegir? Existen diferentes tipos de cerramientos y en función de las características del espacio y el tamaño del espacio que vayamos a acristalar elegiremos un tipo u otro de apertura.

  • Cerramiento con ventana corredera (De hojas correderas). Es a base de carpintería de PVC o metálica donde el ventanal es dividido en hojas permitiendo una apertura parcial que asciende al 80%.
  • Cerramiento con ventana plegable (De hojas plegables). Permite una apertura total o parcial por medio del legado de las hojas de vidrio de la carpintería.
  • Cerramiento media altura. Se suele utilizar más en viviendas en altura tipo pisos para el cerrado de balcones. La carpintería se apoya sobre un muro que generalmente es de obra.
  • Cerramiento con cortinas de cristal. Son láminas de vidrio unidas entre sí en su parte lateral, donde la mayoría de piezas únicamente disponen de marco en su cara superior e inferior.
  • Cerramiento con techos fijos y móviles. Son normalmente de cristal o policarbonato y suelen ser autoportantes. Ofrecen múltiples posibilidades, desde cubiertas motorizados a cubiertas manuales, con diferentes tipos de accionamientos y aperturas.

Y como siempre, lo más importante es que esta nueva zona guarde concordancia con el resto de la casa, y si atendemos a las últimas tendencias en decoración que sea una continuación decorativa de los espacios que ya existen.

Pequeñas notas de Feng Shui para aplicar en el jardín

El Feng Shui es una técnica milenaria que proviene de la cultura china y estudia los cambios en la naturaleza, el clima y los astros. Su característica principal es la disposición de los elementos en el espacio, es decir, va asociado a la teoría de los cinco elementos, por lo que se busca siempre el equilibrio entre los distintos elementos: Fuego, Madera, Piedra, Agua y Metal.

Mediante esta técnica aportando elementos o cambiando de lugar algunos se conseguirá no sólo aportar personalidad sino que se atraerán las buenas vibraciones y echaremos fuera aquello que no deseamos.

Esta técnica comienza por establecer la división del jardín en zonas o sectores; un jardín o patio en que se aplique el Feng Shui se comienza dividiendo en 4 puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste), en otros 4 intermedios y el centro; 9 puntos en total llamados Pa Kua. En estos puntos situaremos diferentes plantas y objetos decorativos para lograr la belleza y el equilibrio perfecto.

En el centro se situará el Ying Yang (zona libre)

Norte: Esta dirección corresponde al elemento Agua, es auspicioso tener en este sector un estanque o una fuente de agua. Se colocarán en esta zona las plantas acuáticas y colores oscuros. En esta zona podemos añadir la melodía del agua mediante una fuente o cascada (nenúfares)

Noreste: Esta dirección corresponde al elemento Tierra, es beneficioso colocar en esta parte una rocalla o jardín de piedra. Esta zona se caracteriza por atraer la fortuna, su color es el violeta y los arbustos pequeños (pequeños árboles frutales)

Este: Simboliza la Madera mayor, es un buen sector para árboles ornamentales y frutales, cañas de bambú o similar y flores. Es una zona ideal para poner algún banco o mesa para relajarse, plantaremos grades árboles con tonalidades de verde (bambú y pinos)

Sudeste: Representa la pequeña Madera, el sector es apropiado para plantas pequeñas y canteros o macetas con flores. Esta zona simboliza el conocimiento, elegiremos colores ocres o amarillos (crisantemos amarillos)

 Sur: Es el sector del elemento Fuego, se lo puede armonizar con luces, color rojo o esculturas que representen aves. En esta zona jugaremos con la luz y los colores en las plantas como el rojo, amarillo o naranja

Sudoeste: Al igual que el noreste, corresponde al elemento Tierra. Aquí también son ideales los adornos de piedras o guijarros, según el tamaño del jardín. Aquí estarán los elementos que simbolizan el amor, por ello pondremos especies rosadas o púrpura (peonía y flor de loto)

 Oeste: El Oeste es la dirección del Metal Pequeño. Unas campanitas de metal son muy indicadas para armonizar este sector. Atrae la creatividad, sin duda se trata de una zona muy adecuada para los niños. Son perfectas las formas redondas y las especies con flores plateadas o blancas (jazmín)

Noroeste: Es el sector del Metal Mayor. Sería óptimo contar aquí con una escultura de metal o de piedra. En un jardín pequeño, se pueden colocar campanitas o carillones de metal. En esta zona colocaremos arbustos y colores marrones o grises

Con respecto a las plantas que colocaremos, en los jardines chinos las plantas tienen cierto simbolismo, por ejemplo el bambú los pinos y los cipreses representan longevidad.

Entre las flores se destacan la azalea, la peonía y los crisantemos, aunque lógicamente, en la elección de las plantas debe primar la biología y las opciones de adaptación al medio en función de las condiciones climáticas de la zona en que se encuentre nuestro jardín.