El tener una mampara de revista es el sueño de toda persona, pero la realidad la mayor parte de las veces difiere bastante de nuestro sueño de una mampara perfecta y sobre todo cuando para conseguirlo hemos de dedicar un esfuerzo desmesurado.. Aquí os dejamos algunas claves para conseguirlo.
Lo primero que hemos de analizar es por qué se ensucian tanto. Las mamparas del cuarto de baño están sometidas a condiciones que facilitan que se ensucien de un modo considerable: su uso diario, los restos de jabón, de cal… dejan un rastro difícil de eliminar. La mayoría de las mamparas que se comercializan actualmente llevan incorporado un tratamiento especial que logran que se ensucien menos. Se trata de un acabado repelente al agua que hace que las gotas resbalen y no dejen marcas en el cristal.
Además, al tratarse de una estructura que está en permanente contacto con el agua, se corre el riesgo de que aparezca moho.
Para mantenerla en buenas condiciones os dejamos algunos consejos prácticos:
En primer lugar hemos de considerar que la limpieza de la mampara no requiere de ninguna herramienta especial, más allá de una rasqueta de goma de las que se emplean para limpiar los cristales.
Por lo demás, tan sólo necesitarás bayetas de microfibra y trapos de algodón para secar y abrillantar. Es importante evitar el uso de estropajos abrasivos que puedan rallar el cristal y la perfilería, así como la serigrafía en el caso que la lleve.
Existen miles de productos de limpieza con propiedades antical, pero el resultado no es tan rápido ni milagroso como cuentan y además suelen llevar elementos agresivos en su composición. Por este motivo os recomendamos una opción más sostenible que pasa por fabricar nuestro propio producto: más económico y con al menos los mismos resultados.. Solo tienes que mezclar a partes iguales en una botella con pulverizador agua, vinagre (ácido acético) y alcohol. Se utiliza sin aclarado.
Algunas veces con esto no es suficiente porque aparecen algunas manchas difíciles como por ejemplo las manchas de cal. Para eso necesitaríamos otras alternativas como puede ser la mezcla de bicarbonato con vinagre y aplicamos esta pasta sobre las manchas. Tras dejarlo actuar 20 minutos se puede aclarar y secar.
Junto a todo esto, es importante mantener ciertas rutinas con respecto al cuidado de la mampara; para ello hemos de tener en cuenta que la frecuencia de limpieza que necesita tu mampara sería un par de veces en semana aunque es aconsejable que cada día después de la ducha pasemos la rasqueta de goma para eliminar las gotas de agua y los restos de jabón. También es necesario que dejes la ventana abierta unos minutos después de la ducha para evitar que la humedad se acumule.
Aunque los cristales es siempre lo que más nos preocupa, también es necesario dedicar un tiempo y un trabajo al mantenimiento de los perfiles; tanto el superior si lo tiene como los inferiores. También hemos de dedicar algo de tiempo al mantenimiento de los carriles por los que se deslizan las puertas para el caso en que sean correderas; en este caso deben repasarse con cierta frecuencia, ya que en ellos se acumula bastante suciedad. Una buena idea es utilizar una vaporeta para la limpieza de la estructura; si no dispones de una puedes emplear una brocha o un cepillo de dientes viejo o incluso comprar un cepillo específico para railes. Asegúrate también de limpiar los orificios de los perfiles inferiores.
No todas las mamparas están fabricadas en vidrio templado. También hay mamparas acrílicas realizadas a partir de plásticos específicos. Este tipo de mamparas tiene sus pros y sus contras ya que disimulan mucho mejor las manchas aunque necesitan más mantenimiento y un mantenimiento más frecuente. Si la tuya es una de estas te aconsejamos que la repases cada vez que limpies el baño con una mezcla de agua y amoniaco, aclarando y secando después la superficie.